A nivel nacional, los documentos  no tienen ninguna diferencia a la hora de hacer el envío respecto a cualquier otro tipo de mercancía. La única diferencia se encuentra en el embaje y es que la documentación puede ir dentro de un sobre o de una bolsa de envío, sin necesidad de un embalaje interno específico.

En cambio, para envíos internacionales se considera sólo como documentación a las comunicaciones escritas o impresas sin valor comercial. No se consideran documentos si estén encuadernados, los libros, las revistas, las fotos, las etiquetas… Es importante que te asegures de que sólo envías documentos aceptados como tal, ya que en caso contrario, tu envío podría ser retenido por los servicios aduaneros y sufrir retrasos.